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jueves, 11 de diciembre de 2008

Convivencia entre mascotas: gatos y perros bajo el mismo techo




La convivencia entre perros y gatos no parece ser, en principio, una cosa sencilla. Tradicionalmente se entendió que son especies prácticamente enemigas, que el perro es un eterno persecutor del gato, y que el gato se defiende con uñas y dientes. Incluso la rivalidad de estas mascotas ha inspirado muchísimos dibujos animados. Pero, si no queremos que nuestros perros y gatos se vuelvan como Tom & Jerry, y mucho menos deseamos que la violencia llegue a los extremos de Tomy y Daly, podemos seguir algunos consejos a la hora de educarlos para convivir en relativa paz.

Antes que nada, debemos saber que siempre nos vamos a enfrentar a algunas peleas, persecuciones, ladridos, maullidos, espinazos erizados y hocicos arañados, naturalmente. Es preciso armarnos de paciencia e intentar tomar las cosas con humor, para que los aprendizajes resulten de la mejor manera posible. Puede que nos lleve varios días o semanas que nuestras mascotas se conozcan, se acepten y comiencen a quererse.

La mejor situación para empezar es que ambas mascotas lleguen juntas al hogar. Entonces, comenzarán a conocerse y encontrar sus espacios al mismo tiempo, en la medida en que reconocen al otro. Pero, por lo general, las familias deciden adoptar una segunda mascota cuando ya tuvieron a la primera conviviendo solita -y como reina del hogar- en casa. Entonces, el principal problema será que el animal que llegó primero a casa se sentirá invadido en sus sitios, en su protagonismo y en sus mimos. La primera mascota en llegar intentará siempre, primero, defender su territorio. Pero a medida que pase el tiempo aprenderá que puede compartir su vida con otro animalito, y que también puede divertirse con él.

Para empezar a ordenar las cosas, lo ideal es que les des el alimento al mismo tiempo, pero en bandejas separadas, así comprenden que hay para los dos y que no deberán competir por la comida.

En los primeros días de convivencia, no los dejes solos. Los perros y los gatos hablan lenguajes muy diferentes, a veces contradictorios, y les llevará tiempo comprenderse y adpatarse a los olores y costumbres del otro.

Además, es muy bueno que repartas cariño permanente para ambos, y que le hagas saber a tu primera mascota que estás contento por lo bien que se está portando con el recién llegado. En un hogar donde hay mucho amor, y los dueños prestan mucha atención a sus mascotas y no los descuidan, el procesod e adaptación se hará mucho más sencillo y rápido.

Sabemos de muchas familias que tienen gatos y perros conviviendo, y han logrado que se transformen en amigos inseparables. Si vos tenés dos mascotas en tu hogar, ¡queremos conocer tu experiencia! ¡Contanos tu historia y explicanos cómo hiciste para que se lleven bien!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo las caritas y me quedaria quedaria con todos.que labor tán bella estas haciendo,.Si estuvieras cerquita ya veriais como les vuacabamos hogar.Yo cuandolos encuentro solos los tengo en casa hasta que le vusco hogar y losllevo personalmente.Me alegra haberte conocido,tienes un gran corazón.besitos Vicky

Anónimo dijo...

Em marzo del 2008 me fui a mi casa de fin de semana que tenemos en Oliveros, y detras de la chimenea observe que un gato salia corriendo, tal cual fue mi sopresa que encontre a sus crias 4 hermosos gatitos que tendrian 4 dias de nacidos, no podia crerlo entre la hiedra y la pared de la chimenea estaban escondiditos, le puse leche y agua a la gatita que miraba desde lejos y apenas si los toque a los gatitos porque no queria que ella los abandonara, recien al mes de vida los lleve mas cerca de la casa siempre afuera para que su madre estuviera con ellos y que viera que no les haria daño, los empece alimentar con leche, a todo esto la gata siempre los observaba pero creo que empezo a confiar en mi, si bien no se acercaba porque se la veia muy desconfiada pero permitia que los gatitos estuvieran cerca mio; en 3 ocaciones se los llevo y los trajo pero fue porque vio una amenaza una vecina que con su voz la asustaba, y un dia se los llevo y no la vi mas, hasta que en julio del 2008 aparecio uno de los 4 gatitos ya tenia 5 meses buscando comida, no se imaginan mi alegria porque descubri que tienen memoria, desde ese dia no me separe mas, me lo lleve de Oliveros hasta aqui en Rosario en donde vivo, pero claro tuve que enfrentar un problema de convivencia, tengo una dobermann "Mora" muy mimada, ella es el centro de atencion, y no fue facil porque ella odiaba a los gatos, su primer encuentro con "Peque" fue el caos corridas entre los muebles y mi padre sosteniendo a Mora para que no lo corriera y Peque yacia doblado como un arco a los bufidos como si fuera un tigre, la Mora se lo queria comer, tuve que mediar otra vez hasta que una mañana sin la presencia de mis padres a los Mora adora saque a Peque y deje que Mora se acerque, ustedes la hubieran visto, ella temblaba como una hoja, claro desconocia a ese pequeño animalito, Peque estaba re-tranquilo es mas, como el ambiente no estaba tenso, el estaba muy confiado, y el comportamiento de Mora me sorprendio porque se acerco tiernamente como si se tratara de un perrito quien necesitaba de ella, tengo la foto de ese encuentro. Creo que como sucede cuando conocemos a una persona nosotros debemos confiar y tener paciencia, en este caso pienso que paso lo mismo, le di confianza y no le trasmiti el miedo que ellos perciben de nosotros, el mismo temor que mis padres tenian de que sucediera algo que no pudiesen controlar, ya les digo Mora es la reina de la casa, se le habla mucho, creo que a todos los animales se les debe hablar mucho son muy inteligentes, aunque muchos piensen que solo son mascotas, pero ellos son especiales. Mora es mi 2da Dobermann mi primera Dobermann Victoria era especial muy sensible a tal punto que cuando Mora llego a casa ella le enseño hasta jugar, ellos manejan unos codigos de conductas increibles. Observen a sus mascotas y se sorprenderan.
Y para concluir les dire que Peque y Mora hasta duermen juntos, el es una risa verlo como a veces la cachetea, la corre, cuando Mora se siente mal porque se ha robado por comerse un paquete de manteca o robarse los huevos (si como les digo) el gato se acerca toca con su pata el ocico de Mora y se queda al lado haciendole compania, mientras Mora duerme el figila y no se despega de ella. Eso si, no les permitan a su perro comerce el alimento balanceado de su gato, porque las consecuencias son diarrea es un consejo. Buen fin de semana, saludos.